reinterpretando lo que nos rodea
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reinterpretando lo que nos rodea

Estudio Ries, sensibilidad polifuncional, arquitectura y diseño industrial

Por Santiago Garcia Trias

 

“…Liberado del deseo implícito de control y poder del ojo, quizá sea precisamente en la visión desenfocada de nuestro tiempo cuando el ojo sea capaz de nuevo de abrir nuevos campos de visión y pensamiento…” Juhani PALLASMAA

 

El componente tangible e intangible del elemento arquitectónico posee distintas cualidades, entre ellas el tamaño, el espacio que ocupa, su materialidad y también puede poseer cualidades constructivas, artísticas, estructurales y funcionales. Pero, ¿qué sucede por ejemplo cuando la exposición a constantes imágenes diarias condiciona esa multi-cualidad constructiva y funcional del elemento? O tal vez, ¿será este presente que nos pide desesperadamente una re-decodificación de nuestra propia percepción tanto de los espacios en los que vivimos, como de los elementos que nos rodean?

 

El mero reflejo social de la despedida de un viejo análisis del comportamiento humano está en puerta, por ende, el reflejo de la fusión de las prácticas arquitectónicas, el arte y el diseño industrial está cambiando. Nos encontramos apreciando la “simpleza” cotidiana, algo que antes claramente no veíamos, de manera tal que el concepto en sí mismo también comienza a cambiar nuestro análisis visual, o más bien de lo que necesitamos. La re-identificación de la “belleza” es otro factor fundamental en el cambio de comportamiento humano y del encare en el universo constructivo.

 

Para sumergirnos en este mundo de la sensibilidad polifuncional y la re-interpretación del espacio arquitectónico según el comportamiento humano, entrevistamos en esta oportunidad a Marcos Altgelt, unx de los fundadores de ESTUDIO RIES. Un proyecto que se caracteriza por el trabajo en equipo, el desafío constante de nuevas exploraciones en la materialidad de sus obras y, sobre todo, nos brinda una mirada fresca del diseño permitiéndonos ver el cambio de un nuevo paradigma que llegó para instalarse.

 

 

¿Quién es Marcos?

Soy un ser humano que estudió arquitectura. Trabajé bastante en distintos estudios antes de comenzar a pensar en mi proyecto personal. Desde que me independicé, me alejé un poco de la disciplina y me empecé a relacionar más con el mundo industrial y el del arte.

 

¿Cómo nació RIES?

Ries nació hace un par de años, de esas ganas de hacer algo distinto y nuestro. Tasio, mi socio, tuvo una carrera larga dentro del marco de la Arquitectura al igual que yo. Siento que lo que buscamos primordialmente fue poder hacerlo nosotrxs mismxs. La Arquitectura es como el cine, se necesitan varios “actores” y distintas cosas para que se lleve a cabo la obra, requiere de mucha paciencia, porque a veces es muy lenta y no siento que sea tan auto-gestionable.  Fue de este modo que decidimos bajarle la “escala” a la práctica, diseñando mobiliario y objetos con un presupuesto mínimo. Una gran idea detrás que arrancó permitiéndonos los errores como parte del aprendizaje y también del juego creativo.

 


 

 

¿Por qué decidiste lo colaborativo como eje central de tu proyecto?

Mucho de eso tiene que ver con que el nombre del proyecto no lleva el apellido de ninguno de nosotros. Creemos que RIES es mucho más grande que nosotros como seres individuales. Tratamos de trabajar siempre con gente que podamos nutrirnos mutuamente, haciendo distinto tipo de cosas. Siempre sumamos a gente que haga el proyecto crecer. Me parece que la diversidad, al tener un grupo de artistas, arquitectos y diseñadores industriales le aporta algo muy rico al proyecto, sobre todo por las perspectivas que tiene cada uno de mirar un mismo trabajo, y las soluciones que aparecen de cada uno para llevar a cabo la idea.

 

Hay algo lúdico y provocativo en tu universo, ¿Sentís que se provoca a través de las distintas personalidades que crean el proyecto en conjunto? ¿En qué se basa ese hilo rector para llevar a cabo el proceso?

Hay varias partes en el proceso creativo, no sé si juega tanto la “personalidad” propiamente dicha, sino que lo denominaría más por distintos “roles”. Cada uno se enfoca junto a su equipo en la parte del proceso que le gusta más. Yo, por ejemplo, me baso más en el diseño y concepto general, y Tazio está más enfocado en como hacemos esa idea realidad. De cualquier manera, todas las decisiones las tomamos juntos, aunque yo este más abocado al “qué” y Tasio al “cómo”.

¡Definitivamente hay algo lúdico! Creo principalmente que proviene de que varios productos nuestros surgieron jugando con restos de materiales que encontramos. Con respecto a lo provocativo, siento que se manifiesta en el interés de no querer hacer algo estándar, queremos que salga de lo que denominaríamos “cotidiano”.

 

 

 

¿Qué es la simpleza para vos? y ¿Cómo contrasta con la complejidad resolutiva?

Creo que lo simple tiene que ver con que la pieza no resalte o no parezca sobre-diseñada, pero al mismo tiempo, trate de decir algo distinto. Es una línea muy fina entre lo estandarizado y lo sobre diseñado. ¡Es la dosis justa!  Hay muchos productos que a simple vista parecen fáciles de resolver, pero muy complejos de hacer. Tiene que ver con que es mucho más difícil a veces resolver un detalle simple que uno complejo. Creo personalmente, que las mejores soluciones son las simples, y a su vez inesperadas. Si observas por ejemplo las uniones de los años cincuenta o sesenta, se ven simples, pero no son tan fáciles de llevar a cabo. La belleza radica ahí, en los detalles.

 

 

 

¿Por qué sentís que últimamente en arquitectura los objetos pasaron a tener un protagonismo que, en algunas ocasiones, son más protagonistas que la obra arquitectónica en sí misma?

Creo que últimamente hubo un interés mayor en el interiorismo en general. Antes se trataba del diálogo de la cáscara, y hoy esa conversación se está trasladando también al interior. Tiene sentido porque es el lugar donde vivimos.

Todos los elementos que conforman el interior de una casa o lugar son en conjunto, lo que hacen a la experiencia del habitar. Hoy, sobre todo, con el contexto actual, pasamos mucho tiempo más adentro de nuestros espacios valorando esa relación con los objetos que nos rodean, y esa intimidad de nuestros hogares. ¡Ya no da lo mismo tener piezas sin un significado! Siento que es preferible tener objetos que evoquen una historia o que te transmitan algo.

 

¿Sentís que hay una nueva relación entre la pieza y su funcionalidad?

Hay mucho de eso, sobre todo en la gente menos conservadora en las maneras de habitar. Los objetos pueden ser también para mirarlos, para apoyar libros o solo tenerlos por el hecho de apreciar el diseño en sí mismo. Creo que hay un nuevo diálogo en relación a los espacios en la arquitectura más contemporánea. Actualmente, los límites son más flexibles, en algunos casos los objetos se transforman en esos límites que no están delimitados, gestionando divisiones invisibles en el nuevo modo de vivir. Las piezas se vuelven más versátiles en cuanto a su funcionalidad cuando se desempeñan en una arquitectura más despojada.

 

¿Crees que esa versatilidad habla del reflejo de un cambio social?

¡Definitivamente! Todo está cambiando. Justo ahora estoy desarrollando un proyecto en donde la misma empresa tiene un piso que es de los años ochenta. El concepto de la compañía se está modernizando y es interesante ver cómo en la nueva obra se gestionan nuevas maneras de ver su propio espacio. Siento que la arquitectura acompaña a los nuevos modos de vida, y los objetos acompañan ese espacio.

 

 

¿Qué buscas transmitir cuando armas un espacio RIES dentro de tu rama del interiorismo?

Me parece que lo más importante es generar una atmósfera. Si eso está logrado, para mí es misión cumplida. Más allá de la “belleza” de los elementos dentro de la obra, tiene que ver con una cohesión y un relato en la totalidad del espacio. Sea que se quiera comunicar algo más lúgubre, teatral o luminoso, lo importante es que cuando uno entre a ese lugar, se respire algo distinto. Hay algo muy especial en la creación de una “atmósfera”.

 

¿Por qué elegiste trabajar dentro del marco de CHA.CO? ¿Qué es lo que te nutre de ese espacio colaborativo?

La elección de este taller y espacio de experimentación, nació de la primera vez que fuimos a mostrar nuestras cosas en el exterior, y vimos que la gente trabajaba en un diálogo colaborativo y compartiendo espacios. En ese entonces, nosotros estábamos en un garaje solos. Cuando regresamos, quisimos tener un lugar grande en donde justamente pueda venir la gente y desarrollarse. Apareció CHA.CO y al compartir el entorno con otros creativos, el proyecto se volvió una experiencia muy linda porque siempre se están creando cosas nuevas dentro del lugar. También, está bárbaro estar cerca del taller, eso ¡no tiene precio!

 

¿Te gustaría vender regularmente tus productos en el exterior?

Todos los años hemos ido a las ferias, este año íbamos a ir a Milán, pero por el COVID tuvimos que cancelar. Exportamos desde hace un tiempo y la experiencia de los viajes en sí misma da sus frutos además de obviamente generar amistades y relaciones alrededor del mundo. Sería increíble en un futuro llevar a más gente de nuestro equipo.

 

¿Qué sentís cuando regresas a tu país de origen?

Obviamente te hace reflexionar en la manera productiva que haces tus cosas, y también como inspiración. Está bueno mirar lo que hace el mundo, te obliga a mantener la vara alta. La verdad es que cada vez que vuelvo, me doy cuenta de que las diferencias productivas y de materiales nos empujan a ser más creativos. Y no veo como algo malo el “carecer” de algunas cosas en el momento de producir una idea. ¡Es desafiante!, el no tener ese acceso ilimitado, te lleva a arreglártelas con lo que tenés. Obviamente, que es increíble el acceso a las maquinarias que muchos países tienen y que nosotros no, pero cada vez que regreso a Argentina, me sigue gustando lo que hago, lo sigo apreciando.

 

¿Qué sentís que tiene el proyecto RIES que no tenga otro proyecto de Arquitectura?

Por un lado, creo que somos arquitectos más relacionados con el mundo del diseño industrial. Siento que, si tengo que pensar en algo que nos identifica, sería en primer lugar, que nos interesa trabajar en varias escalas, desde objetos como un vaso hasta el desarrollo de lugares más grandes. Por otro lado, nos interesa la exploración de la materialidad, es algo clave para el proyecto. Nosotros, desde el comienzo hemos trabajado con hierro, mármol, vidrio, madera, aluminio, etc. Es algo que personalmente creo que, junto a la escala como previamente mencionaba, nos caracteriza y diferencia.

 

 

¿Cómo podemos conocer tu proyecto?

Tenemos la mayoría de nuestros productos online, y nuestro taller que esta restringido actualmente por esta pandemia. Estábamos justo por abrir un showroom nuevo que también quedó en pausa hasta fin de año. Por otro lado, lo que hacemos para difundir nuestros proyectos son unas muestras colaborativas que denominamos Quick Tiny Shows en conjunto con otras personas, una vez cada dos meses. Es un lugar de encuentro en donde la gente puede charlar con nosotros y hablar de lo que hacemos. Se va moviendo de locación, en algunas ocasiones fue en nuestro taller, en otras en el MALBA. Creo que seguiremos con este formato de versatilidad. Lo interesante de este ciclo, es que muchas personas que enviaron sus piezas para ser sumadas Quick Tiny Show tuvieron como consigna realizar su obra en Argentina, Buenos Aires, y la experiencia es muy enriquecedora.

 

La adversidad de no poder vernos personalmente en la “nueva era digital” ¿sentís que los golpea?

Es triste y aburrido. Nosotros recibimos en las muestras alrededor de doscientas personas. Lo bueno de la era digital es que podés llegarles a muchas más personas. Pero no hay nada en mi opinión, que reemplace el calor humano.

 

Si podrías transmitir un mensaje a través de un objeto dentro de tu colección, ¿Cuál sería? y ¿Qué mensaje transmitirías?

Es un mensaje que tiene que ver con la historia relacionada con la pieza, por ejemplo, las piezas de vidrio están hechas con moldes existentes de hace cincuenta años reutilizados de otra manera. Hay algo en el uso de la historia y la reedición que me parece muy interesante en varios sentidos. Usar la historia, y tratar de dar un mensaje contemporáneo utilizándola como herramienta. ¡Es un ejercicio fascinante! que se puede transpolar a cualquier otro ámbito dentro de la arquitectura, uno puede investigar de cualquier tema del pasado y reinterpretarlo. Podés, por ejemplo, desde investigar sobre alguna tribu y manifestarlo en alguna de tus creaciones hasta tomar de referencia a las cúpulas de Buenos Aires plasmándolo en tu obra en su totalidad. La historia, es una herramienta a la cual se le permite un giro según tu perspectiva.

 

Estudio RIES

www.ries.com.ar