Namida: el nuevo nikkei argentino
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Namida: el nuevo nikkei argentino

Lucía Levy

 

Luego de un 2020 en pausa para la comunidad foodie, todas las esperanzas están depositadas en el nuevo año. El renacimiento de Namida en casa propia – El Salvador 5783 – es un buen augurio. Namida supo ser el secreto mejor guardado de Palermo, atesorado durante años en el corazón del hotel Palo Santo.

 

Namida le rinde tributo a una cultura milenaria mediante un intercambio puro con corazón latino y técnicas japonesas. Facundo y Matías Kreiman traen una propuesta superadora donde prevalece una convivencia atípica y tentadora a la vez. La combinación de la cocina japonesa con los sabores típicos de la Argentina, logra una armonía de sabores con identidad fuerte.

 

Langostinos furai con alioli de choclos, arrolladitos argentinos de osobuco con salsa agridulce, niguiris de salmón fresco quemado con aceite de trufa y huevo frito de codorniz o niguiris de pesca nacional del día flameada con alioli de chimi crocante son algunos de los ejemplos en los que la cultura milenaria japonesa se une a ingredientes y sabores autóctonos formando un sabor único en el paladar.

 

DMAG conversó con Facundo, la mitad de la dupla de los primos Kleiman.

¿Qué desafíos tuvieron que enfrentar por pasar de un hotel a tener casa propia?

Creo que bastantes. Es un cambio brusco. El hotel ofrece un público cautivo que te asegura tener las mesas ocupadas y al mismo tiempo la hotelería te obliga a tener otros estándares de servicio o de cooperación con los objetivos de otro rubro. Al mismo tiempo, la exigencia de un huésped de hotel suele ser muy alta al momento de utilizar espacios comunes como, por ejemplo, los baños o los pasillos y patios, ya que para ellos es más que el restaurante; es una parte del hotel y del costo de estadía. Hoy por suerte pudimos trasladar mucho de lo aprendido a nuestra nueva casa, con cosas nuevas y súper positivas. Tenés mucho walk in que dentro de un hotel es difícil y eso hace del servicio algo inesperado y muy divertido. Por otro lado, mantuvimos las exigencias del espacio y avanzamos mucho quizás en algo que nos interesaba que es tener nuestro propio servicio, quizás un poco más relajado que dentro de un hotel.

¿Cómo y por qué nace la fusión de sabores japoneses y criollos? ¿Qué comparten los dos mundos sensoriales y por qué la mezcla resulta atractiva?

Nace porque amamos la cultura japonesa y su comida. Hace 14 años decidí que amaba hacer sushi y Matías eligió aprender técnicas propias de esa cultura. Pero no perdemos de vista que somos argentinos, que nuestra abuela hacía guisos, que nuestro abuelo hacia un chimi soñado, que hacemos asados los domingos y que juntarnos y compartir la mesa -y muchos platitos- es algo nuestro. Amamos el huevo frito, el chimi, la provenzal, la criolla, el bife de chorizo y muchas cosas más y queríamos llevarlo a un mix con técnicas japonesas. Sobre todo cómo adaptar el sushi, tratando de mostrarle al público argentino que nikkei argentino puede existir, siempre de a poco, ya que también nos nutrimos de Latinoamérica, de los chicos que trabajan con nosotros, de haber vivido en otros países. Es una cocina hermosa y merece ser adaptada a todo lo nuestro. Sensorialmente, somos parecidos en cuanto al esfuerzo y, sobre todo, en valorar el producto y tratar de transformarlo sin que pierda su esencia. Que se sienta cada capa de sabor en un bocado.

¿Creen que hay un estilo marcado que diferencia a la cocina argentina en el mundo?

Para el mundo, nuestra cocina son las brasas y el asado. Pero creo que deberíamos empezar a valorar una tierra y un mar extenso y hermoso. Un país que ofrece mil cosas dentro de un solo nombre y que por eso, también estamos empezando a ser reconocidos como cocina. Cada vez tenemos más platos veganos, cada vez traemos más productos de más lejos, y eso nos hace muy diversos.

Soñemos. ¿Qué personalidad argentina (viva o muerta) merece la alfombra roja en Namida? ¿Por qué?

Manu Ginóbili. Yo soy fan del básquet y le pondría la alfombra. También puede ser Carlos Bianchi porque Matías es fanático de Vélez. Por último, en el ámbito de la cocina elegiría a David Muñoz, cocinero español que es una inspiración para mí por su cocina y su forma de vivirla.