El mundo según Karl Lagerfeld
4323
post-template-default,single,single-post,postid-4323,single-format-standard,qi-blocks-1.2,qodef-gutenberg--no-touch,stockholm-core-2.4,select-theme-ver-9.5,ajax_fade,page_not_loaded, vertical_menu_transparency vertical_menu_transparency_on,,qode_menu_,elementor-default,elementor-kit-11065

El mundo según Karl Lagerfeld

Y un martes a primera hora, a los 85 años, Karl Lagerfeld partía de este mundo dejando un legado excepcional. Alemán de nacimiento, el Káiser se formó e impuso su visión en casas como Balmain, Jean Patou, Chloé, Valentino, Fendi y, por supuesto, Chanel. En sus 35 años al frente del gigante francés, Karl desarrolló un personaje que le facilitó reconocimiento mundial. Además de su genio, sus exuberancias y sus trajes de alta costura, Lagerfeld será recordado por una irreverente mirada sobre el mundo. A continuación, algunas de sus reflexiones.

 

 

«Soy solo un testigo. Un egoísta espectador que no se cansa de observar el mundo desde su palco. Y tanto mejor si es un palco bien decorado. Allí me encuentro mejor que en el escenario, puesto que hoy el espectáculo está en la sala. Una representación a veces horrible, pero siempre interesante. Me gustaría vivir 120 años más para poder ver cómo evolucionará el mundo«.

 

«Me gusta que me envuelva la música,  rodeado por libros y papeles y, así, trazar mis diseños y meditar sobre mi trabajo. Vaciar la mente y escribir cartas. Nunca me siento solo. La soledad, para mí, es ser viejo, pobre, estar enfermo y no tener a nadie que te cuide. Pero a poco que seas conocido y dispongas de algún dinero, estar solo es el súmmum del lujo. Aunque hay que batallar por ello».

 

 

«Cuando era joven, quería ser caricaturista. Al final, yo mismo me convertí en una caricatura«.

 

«La moda es como la música: ¡hay tantas notas…! Cada uno debe componer su propia melodía con ellas».

 

«Un toque de humor y un punto de descaro, eso es lo que una leyenda necesita para perdurar«.

 

«Debes poner de acuerdo tu vida y tus ideas. Gasta todo tu dinero y atrévete a vivir como deseas hacerlo. Así deben ser las cosas. Detesto que los ricos quieran parecer comunistas, lo encuentro pornográfico».

 

«Me horroriza sobrecargar a la gente con memorias. Cuando algo se acaba, no hay que darle más vueltas. Al fin y al cabo, un día habrá que marcharse. Admiro a los animales salvajes porque se esconden para morir».