Femigangsta: Rap millennial, militante y feminista

Text @hernanosuna87   –   Photography @saywhiskyy

 

Charlamos con una de las referentes de la nueva escena musical argentina. Feminismo, militancia, derecho, redes sociales, y música, en una charla con Agnes Simon, cantante, influencer y abogada, que cambió jurisprudencia por escenarios.

La vida es una caja de sorpresas. La frase bien podría ser aplicable a la experiencia personal de Agnes Simon, una chica oriunda de Zapala, Neuquén, que sin proponérselo se hizo viral en Instagram (200 mil seguidores), y luego terminó reemplazando una previsible carrera en el ámbito jurídico –se graduó como abogada en la UBA- por otra como cantante: una frontman comprometida con el feminismo, la militancia, la realidad social y otras temáticas. Si Cazzu es la jefa, Simon es la apoderada legal.

Femigangsta, tal es el nombre artístico de Agnes, arrancó el 2020 a todo ritmo: se presentó en Niceto Club, participó del Festival Juntas en San Bernardo y el Baradero Rock, y recientemente estuvo en el Anfiteatro Humberto de Nito de Rosario junto a Ca7riel, Paco Amoroso, Calíope, Maca Revolt y Crew The Project, en el marco del ciclo Rosario Bajo Las Estrellas organizado por la Municipalidad.

 

¿Cómo se dió tu primer acercamiento a la música? ¿Qué grupos o artistas se escuchaban en tu casa de Zapala cuando eras chica?
Recuerdo que uno de mis hermanos, Bruno, era un autodidacta de la guitarra y estaba todo el tiempo manijeando con la música y con tocar y cantar. Al principio me anotaba lo que escuchaba en la radio para hacer «compilados», una palabra que los centennials quizás no entenderían. Después con programas como el Emule, Ares y luego YouTube, pude ir buscando música por mi cuenta. Gracias a las series de comedia que miraba encontré el jazz, el blues y el rock y fue la música que más formó mi paladar musical. De Regina Spektor, que repetían su video «Fidelity» en Sony todo el tiempo, se desprendieron Billie Hollday, Aretha Franklin, Etta James y otras. También escuchaba bandas de rock: desde Sublime, Red Hot Chili Peppers y Foo Fighters hasta Aerosmith. Sí, tenía un gusto amplio que a muchas personas hoy les daría cringe, pero por lo menos nunca escuché Creed.

 

¿Qué representa Femigangsta en tu vida?
Femigangsta, como proyecto musical, en este momento es lo más importante y espero lo siga siendo durante mucho tiempo. Todas las personas del equipo, desde músicas y músicos, bailarinas y hasta el manager más responsable y proactivo del mundo, son gente que eleva la vara constantemente y que le ponen mucho amor a lo que hacen. Son las personas que además me inspiran y mueven a salir de mi zona de comodidad, porque en diferentes oportunidades me cuesta tener voluntad para hacer las cosas y soy muy dependiente de mis cambios de humor, muchas veces medio depre. Tener gente que cree en tu música, en tu proyecto y que además es parte activa de eso, es lo mejor del mundo y me siento muy agradecida.

 

 

Estás trabajando en tu primer material discográfico. ¿Qué podés adelantar al respecto?
Estamos en proceso aún. Ahora viajaremos con los dos productores del disco: Ferla Flame y Oniria de Neuen. Creo que son las personas más talentosas e increíbles que conozco y además me hicieron disfrutar el proceso de hacer música con alguien, lo cual antes se me hacía muy difícil; me parecía algo íntimo y también me sentía bastante inhibida, al no tener formación musical. La cuestión es que nos vamos de viaje en los próximos días a desconectar y terminar de plantear todo el disco para ir laburando los detalles finos hasta que sea momento de editarlo, entre agosto y septiembre. Estamos muy manija y va a ser una bomba.

 

En una nota con otro medio dijiste: «Siento que soy un fracaso como millennial porque me divierte hacer canciones, me divierte mostrarlas, hacer humor, pero me aburre el formato de las redes sociales«. Hoy todo parece medirse en likes de Instagram. ¿Cuán peligroso considerás que es eso?
Siento que es un poco una burbuja y que lo importante es lo que pasa en el cara a cara. Sí creo que puede resultar más peligroso para jóvenes en formación o para jóvenes adultos con personalidades más endebles o vulnerables a la opinión ajena. Hay mucha crueldad, pero también mucho amor. Habría que enseñar a ser más responsables con lo que ponemos ahí. Me incluyo entre las personas que adeudan incorporar esto del todo.

 

El pasado 19 de febrero estuviste en el Festival por el Aborto Legal. El presidente Alberto Fernández confirmó que enviará al Congreso el proyecto para legalizarlo. ¿Sos optimista con respecto a futuro?
Sí, por supuesto. Es muy difícil no serlo cuando ves el amor de la gente en la calle y la fuerza demoledora que somos todxs juntxs. Creo que el gobierno de Alberto Fernández entiende muy bien escuchando a la juventud y horizontalizando la toma de decisiones. El 2020 tiene que ser.

 

¿Cómo definirías esencialmente al feminismo?
Es imposible definir un feminismo porque son muchos y se dividen por un montón de cuestiones. Prefiero citar a mi amiga Jennifer Parker, que se subió a cantar conmigo frente al Congreso el 19, porque dijo algo muy importante y seguramente más relevante que la definición que yo pueda hacer de feminismo. Nos exigió que pensemos en las personas racializadas, porque si no nuestro feminismo no es más que supremacía blanca. Y tiene razón. En Argentina somos distintos movimientos heterogéneos que nos unimos por las causas más troncales, donde coincidimos más, pero falta representación de todas las voces y que el reclamo hacia el estado incluya a todxs y que se haga con la misma fuerza.

 

El 2020 lo comenzaste en Niceto Club, participaste en el Festival Juntas en San Bernardo y el Baradero Rock. Se viene tu nuevo single, el disco, tu libro y más shows. ¿Adónde te gustaría llegar a futuro?
A cualquier lugar donde la estemos pasando genial con el equipo de siempre. Más que un sitio, mi deseo está en hacer música que me vuele la cabeza con la gente que quiero y que es parte de todo esto.