El poder de los aromas
9026
post-template-default,single,single-post,postid-9026,single-format-standard,qi-blocks-1.2,qodef-gutenberg--no-touch,stockholm-core-2.4,select-theme-ver-9.5,ajax_fade,page_not_loaded, vertical_menu_transparency vertical_menu_transparency_on,,qode_menu_,elementor-default,elementor-kit-11065

El poder de los aromas

Por Belén Baldelomar

 

Hay recuerdos que no voy a borrar, personas que no voy a olvidarHay aromas que me quiero llevar, silencios que prefiero callar, hummmm… canta Fito Paez.  Y si, los aromas influyen en el  estado de ánimo, actúan contra el estrés, ayudan a relajarnos, estimulan nueva energía, nos transportan y evocan recuerdos.  Y particularmente, a partir de la pandemia, en la que pasamos mucho tiempo en casa, hay una fuerte tendencia a que los ambientes huelan rico, a que se genere una sensación placentera.

Los aromas se captan por el sentido del olfato y son conducidos al sistema límbico, responsable de las emociones. Los aromas pueden ejercer su efecto en las personas de un modo totalmente inconsciente. Por eso, se perfuman los hoteles, los baños de los restaurants, los locales de ropa, incluso las prendas que se compran por internet, se despachan perfumadas con un aroma especial.

El universo olfativo se compone por un sinfín de ingredientes que forman parte de diferentes familias y pueden provocar distintas sensaciones. Los cítricos son frescos y estimulantes, los aromáticos son energizantes, los florales aportan inocencia, las maderas, seguridad.

Para hablar del fascinante mundo de las fragancias, visitamos el laboratorio de Marina Arslanian de @kion.ar, quien desarrolla velas aromáticas, aceites y sprays.

 

 

 

¿Cómo arrancaste?

Yo soy productora y todo empezó de casualidad cuando me encargaron un trabajo y los aromas salieron tan bien que empecé con este emprendimiento. Algunas personas empezaron a buscarme porque descubrieron el aroma que hice para el restaurant “Fayer”, o para “I Latina”. Y la pandemia definitivamente ayudó mucho porque hay una revalorización de la casa como lugar en el que pasas todo el día.

¿Qué  tipo de aromas desarrollás?

Trabajo a pedido y tengo mis propios desarrollos. Por ejemplo, para una marca de electrodomésticos desarrollé varias muestras de “Pan recién horneado”, para otra de cosmética vegana, un perfume con olor a “Pasto”, el de “Oleo 31” me lo piden mucho para las clases de yoga.

El aroma a “Cuero” se usa mucho para perfumar el auto, y el de “Tabaco” es muy pedido para quitar el fuerte olor que queda cuando cocinas pescado. Mis hits son la vela de “Palo Santo”, que otorga una sensación de armonía y tranquilidad, el de “Higos y Café” que es de los más fuertes, y el de “Pasto” con mucho anis. Otro que me piden mucho es “Desierto” que es como el olor de cuando entrás a un hotel 5 estrellas.

 

 

¿Qué tiene que tener el perfume para ser exitoso?

Vas probando, buscando nuevas esencias, hay mucha prueba y error, y hay cosas que ya sabés que no se pueden mezclar, hay fragancias que no aromatizan bien y las doy de baja, las que quedan tienen esa “magia de impregnar”

¿Y la gente cómo elige los perfumes?

Los perfumes hoy son calidad de vida, salud, bienestar. Hay que dejarse guiar por nuestro sentido del olfato, éste nos transporta a nuestros estados de ánimo conectados a los recuerdos. Cuando viene una persona, yo le hago oler algunas esencias y ya me doy cuenta qué es lo que le puede gustar, algo más intenso maderoso, palo santo, tabaco, que es mi especialidad, o algo más suave como te verde.

 

 

 

¿Estás involucrada con alguna iniciativa sustentable?

La cooperativa de recuperadores urbanos “El Ceibo” me dió el empujón para empezar, con lindas botellas y excelente terminación. Ellos me contactaron con “Luz de Esperanza” en la Villa 31 a quienes les doné un lote de envases para que se capaciten, y así ayudarlos a insertarse laboralmente en un espacio donde van a hacer velas de parafina.