Todo sobre el Yoga Facial
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Todo sobre el Yoga Facial

Basta con entrar unos minutos a Tik Tok o Instagram para confirmar que el Yoga Facial es una tendencia ya establecida. Para saber más sobre esta práctica no invasiva, hablamos con Eugenia Montefalcone, Health Coach certificada en IIN, profesora de yoga y creadora de @yogapuro.
¿Qué es el yoga facial y por qué ahora hay un boom?

El yoga facial es yoga para la cara y es tomar conciencia de que nuestra cara tiene más de 200 músculos y que podemos elegir cuáles tensionar y cuáles relajar. A través de esta toma de conciencia podemos empezar a generar hábitos que van mejorando nuestras facciones faciales, liberando tensión y estrés en los lugares donde decidimos liberarlos  y sumando fuerza y flexibilidad en otros sectores. Ahora hay un boom porque todas las personas que empezamos a practicar yoga facial nos damos cuenta que realmente funciona y lo empezamos a comunicar. Hoy la comunicación es muy orgánica  y efectiva, entonces cuando algo funciona y es no invasivo, la difusión es muy rápida.

¿Creés que este boom tiene algo que ver con la tendencia en alza de los tratamientos de belleza no invasivos?

Sí, totalmente. Considero que tiene que ver con el alza de tratamientos no invasivos faciales y estéticos. Cada vez más el rubro de la cosmética está yendo hacia lo natural, lo orgánico, libre de testeos de animales. A su vez creo que también este es el despertar de la conciencia, entonces, todo va de la mano: todos estos tratamientos no invasivos vienen de la mano del yoga facial, de las cremas orgánicas y libre de parabenos, libres de derivados del petróleo, entre otros.

¿Cuál es la frecuencia indicada si queremos ver resultados rápidos? ¿Existen los resultados rápidos?

Es clave la constancia. Los resultados rápidos no existen. El resultado es un proceso y va de la mano de la naturaleza del yoga que es disfrutar de ese proceso. Es entender y aceptar dónde estás hoy y hacia dónde querés ir. Por eso mismo se llama yoga facial ¿no?  porque es poder observar y presenciar ese cambio que se va generando en la transformación de la cara. No hay soluciones rápidas, más bien es un proceso y es clave el hábito: la constancia de 21 días para adelante para generar el hábito, todos los días 15 minutos, ya sea am o pm, incluyéndola en la rutina de limpieza de la mañana o en la rutina de la noche.

¿Qué productos recomendás para hacer yoga facial?

Puedo recomendar los productos que yo estoy eligiendo para mí. Ahora estoy usando la línea de ácido hialurónico de Eximia, la Hyalu Filler. Yo tengo 38 años, entonces elijo sumar este producto para rellenar las líneas de expresión. El ácido hialurónico es un componente que nuestra piel produce naturalmente pero, el uso de Hyalu Filler es un extra porque, después de los 30 años perdemos un poco de AH, Luego, al complementar con las técnicas de yoga facial, todo lo que le pongamos a la piel se absorbe mucho más rápido, entonces se vuelve más efectivo, más eficiente. Recomiendo serums o cremas que sean livianas y fácilmente absorbibles, de manera tal que puedas desplazarse bien las manos y los dedos cuando hacen los ejercicios de yoga facial. Es importante la fluidez de los productos que elijas usar cuando hacés los ejercicios. Por otro lado, yo estoy combinando yoga facial con crioterapia. Crío viene de frío y esto sería como una terapia de frío. Ahora estoy usando un ice-sticks o crío-sticks que son como unos palitos con hielo que se meten en el freezer, previos al uso. El crío es un efecto que naturalmente va tensando la piel, lo que ayuda también para relajar algunos músculos y sacar hinchazón.

Les voy a pasar la rutina que yo hago todos los días. Siempre para el yoga facial recuerden que es parecido a cuando salís a correr: tenés la entrada en calor, el ejercicio y la vuelta a la calma. Entonces vamos a empezar con la entrada en calor: inhalar por la nariz y exhalar por la boca, haciendo que vibren los labios y los cachetes. Es un poco como exhalan los caballos, dejando que vibren con la exhalación. Eso ya empieza a liberar la tensión en toda la parte baja de la cara: labios, lengua, cachetes, mandíbula, orejas. Después el ejercicio que vamos a hacer es para levantar los párpados, que es una de las maniobras que más pide la gente y que a mi también me encanta hacerlo, está en mi rutina de ejercicio de todos los días. Lo que vamos a hacer es llevar los dedos meñiques por encima de la ceja para inmovilizarlas y, después, los cuatro restantes dedos van a ir sobre la frente, para inmovilizar esos músculos. Hay que hacer ese movimiento con las dos manos. Luego vamos a abrir los ojos con cara de sorpresa y, de a poquito, vamos bajando los párpados, entrecerrando los ojos haciendo el gesto de “mirada de desconfianza”. En resumen: inhalamos, abrimos los ojos inmovilizando las cejas y la frente, y luego exhalamos, entrecerrando la mirada, repitiendo el movimiento 15 veces. Este ejercicio trabaja sobre el músculo del sobreojo, o sea el párpado, y el ojo mismo, brindando el efecto de una mirada más radiante, un ojo más abierto.

Por último, vamos a hacer la vuelta a la calma con unos ejercicios para ayudar a hacer un drenaje linfático facial. Para lograrlo, vamos a llevar las yemas de los dedos a la altura de las sienes y palpar esa zona. Luego, llevamos la mano hacia el lóbulo de la oreja, lo tiramos un poquito haciendo el efecto de bombeo (tiramos el lóbulo de la oreja para afuera de forma suave, casi sexy, que se sienta bien, disfrutable). Después con las cuatro yemas de los dedos vamos a peinar el cuello empezando por debajo de la oreja y llegando hasta la clavícula. Me gusta llamar “Peinado” a esta maniobra: peino desde la oreja llegando hasta la clavícula. Repetimos la maniobra 10 veces.