¿Volvieron las It Girls?
¿Volvieron las it girls? “Sí, pero hoy no nacen, se hacen. Son producto de una maquinaria bien aceitada de publicistas y estilistas”, según BOF. ¿No habíamos quedado en que es un concepto obsoleto que sólo alimenta el factor who is who y combustiona la hoguera vanidosa de la industria?
Hari Nef – Modelo, actriz y escritora trans.
Hari Nef le pidió a The Cut que no la etiqueten más bajo esa categoría porque: “Es un pensamiento que funcionó como decano de una época y ya”. Se refiere a las descendientes directas de Clara Bow, a chicas con ese je ne sais quoi, como dicen los franceses. Las de la saga Chloë Sevigny, “The coolest girl in the world”, según The New Yorker. Su publicista le imploraba que no usara más esas “ridículas” Ray-Ban blancas vintage para conseguir más trabajo. “Ahora veo a chicas como Hunter Schafer y pienso en lo divertido que es no preocuparse por esas cosas”, dice la actriz. Error, Chloë. No todo es tan relajado como parece. La cosecha actual no obtiene el título por accidente. No alcanza con ser imán de los fotógrafos como Bessette-Kennedy, llegar a una fiesta a caballo estilo Bianca Jagger, tener los contactos de Edie Sedgwick o la onda de Alexa Chung. Hoy es un trabajo en sí mismo que requiere un batallón de asesores. Las nuevas it girls son una propiedad popular de los medios. Tienen influencia y son más que Influencers: “Suelen ser de clase alta pero no se les nota y además son cool. Pero todo está planificado con la precisión de un maestro relojero”, explica Jeni Rose, de WME Fashion.
Sofia Richie Grainge en instagram.
Ni Miranda Priestly pudo tanto como Erin Walsh, estilista de Anne Hathaway. Pasaron dos décadas, un vestido blanco de Armani Privé y otro morado de Valentino para que la actriz se infiltrara en esta camada. Rara vez le toca ser it girl a una bioquímica o a una ingeniera agrónoma. El estilista de Sofia Richie Grainge, Liat Baruch, trabaja para darle al sistema lo que quiere: una boda que desató un tsunami tiktoquero, contrato con Jo Malone y palco en los front road. “Es algo que construimos con tiempo. Sabemos exactamente qué prendas y marcas funcionan y cuales no”, dijo el ideólogo de su vida social. Y también sabe que la cobertura de bodas de Vogue funciona como plataforma para que mujeres como Ivy Getty muestren el lifestyle que muchxs anhelan. Este planteo se nutre de la comparación, todo lo contrario a la sororidad que se espera de nuestro tiempo ¿En un momento que celebra la diversidad tiene sentido seguir imponiendo una visión única y encima orquestada?