sport a toda hora
«Para mi la moda debería ser igual en la alfombra roja o en mi cocina cuando cocino. De otra manera se convierte en un disfráz. Yo quiero lucir tal como soy.» Demna Gvasalia
Hace unos años la ropa sport estaba reservada sólo para cuando se hacía deporte, pero los centennials, jóvenes desfachatados que vienen a romper las reglas, visten bajo una sola premisa absoluta: la comodidad y sus infinitas posibilidades. ¿Un vestido de noche con sneakers? ¿Un par de joggings con un top brilloso? Si, el dress code se relaja y rompe todos los códigos de vestimenta.
El sponsor oficial de las nuevas generaciones no tiene más banderas que la de la propia identidad, desnudándose de mandatos y al eco de un sólo slogan: Sportswear o lo que llamaríamos Wear Sport. El diálogo directo es la facilidad de uso y la versatilidad que convierte a un espectacular vestido de fiesta en una prenda tan cómoda como una remera.
No pasaba nada igual desde los años ´80, cuando los Beastie Boys y Public Enemy hiphopeaban las calles de Queens y el Bronx con ropa deportiva. O desde que Darryl DMC Mc Daniels sacudió al público en pleno recital en el Madison Square Garden diciéndole: “quitense las zapatillas y levántenlas”. Casi las 40 mil personas que levantaron sus icónicas Superstar por encima de sus cabezas y la banda hizo estallar el lugar interpretando el tema My adidas, en honor al modelo más disruptivo del momento.
El deporte, la moda y la música nunca estuvieron tan cerca. Hasta hoy. Prendas que se usan para ir a cursar una materia como para salir a bailar con amigos, el nuevo estilo de vida funciona como una sólida expresión social y la moda, ya no está encriptada aislada del resto: habla del mundo e incluye a todos y todas.
La propuesta es animarse: ropa. ¿vos ya la adoptaste?