ROSALÍA: LUX, SU NUEVO DISCO Y EL JUEGO COLECTIVO PARA ENTENDERLO
Por Erika Ingrid
Rosalía lanzó LUX, su nuevo disco, y con él, una experiencia que va más allá de la música. No se trata solo de escuchar, sino de descifrar.
El lanzamiento estuvo acompañado por una serie de pistas crípticas: partituras, símbolos religiosos, frases filosóficas y locaciones con códigos de vestimenta. Todo parte de una narrativa en la que cada detalle cuenta.
LUX, que significa “luz” en latín, propone una lectura espiritual y estética.

Las primeras señales aparecieron en forma de partituras. Solo los intérpretes clásicos pudieron leerlas y reproducirlas, convirtiéndose en los primeros en traducir el lenguaje secreto del disco. Sin ellos, nadie habría podido oírlo. Una metáfora perfecta del rol del público: sin decodificadores, no hay revelación.
El blanco domina la estética del proyecto. Es pureza, introspección, y una declaración visual de poder. No es terrenal: hay transformación, ascenso, algo divino.
En el disco físico, Rosalía cita a Simone Weil, filósofa que asocia la espiritualidad con una búsqueda individual. Su inclusión no es casual: es una declaración de principios.


Y, como contrapunto, la contraportada. Una parodia visual: Rosalía desnuda, en forma de cruz, bajo una etiqueta de contenido explícito. Una provocación que grita: voy a hablar de todo lo que no se nombra.

Rosalía construye una narrativa donde el marketing no es soporte, sino parte de la obra. Su campaña es silenciosa, precisa y efectiva. Te desafía a entenderla, o al menos a intentarlo.
En este juego, el público no es espectador, sino cocreador. Cada pista descifrada genera comunidad, deseo y pertenencia. Y ahí está el verdadero poder de LUX: en lo que provoca, más que en lo que revela.

Rosalía hace historia, en su nuevo lanzamiento, con colaboraciones que proponen dualidades impensadas y revela que hay mas de 10 idiomas en lo que cantará LUX.