¿Nos merecemos seguir siendo protagonistas?
Por Delfina Braverman
Si buscamos en google a famosas que ya hayan pasado los 30, como Madonna, Jennifer Aniston, Cindy Crawford, las redes nos llevan directo a fotos de ellas en los 90’s ¿el algoritmo detecta que ese es su mejor momento? ¿O no hay tanto registro actual?
Analicemos el caso de Nicole Kidman. Al contrario de lo que suele suceder en Hollywood, ella estaría en su mejor momento, no sólo porque viene protagonizando exitazos, sino que las redes se llenaron de momentos en los que Kidman se animó a arrasar los límites: corazones, estilos, parámetros.
Pero seamos sinceros, Nicole tiene 57 años, y para Hollywood eso significa que el tipo de papeles que puede interpretar es muy reducido. También significa que para las personas que la ven, Nicole ya no es la misma.
“Babygirl”, su última película, pone sobre la mesa temas que nos incomodan: una mujer madura y poderosa que no solo tiene una relación extramatrimonial con un pendejo, sino que tiene orgasmos, osea se muestra como un sujeto deseante que disfruta de su sexualidad en la madurez. También se abordan temas como los prejuicios de la edad, el abuso de poder, y se ponen en tela de juicio las dos principales instituciones: el matrimonio y la familia.
Las críticas no tardaron en aparecer, que la edad, que el botox, pero Nicole se anima, quiere romper la matrix. Pero ¿cómo hizo Kidman para desafiar el tiempo? Ahí está el tema. Kidman no desafió el tiempo. El tiempo la desafió a ella.
En 2024, pasó algo muy increíble: las grandes estrellas de Hollywood que la gente supo amar y el mercado olvidar, volvieron prendidas fuego. Pamela Anderson, saliendo a cara lavada, o Demi Moore, rompiéndola con su papel en «La sustancia». Ellas también se animaron, a no cumplir, pero sí sentir, sabiendo que si una mujer se anima, la espera un batallón de críticas. Pero ellas son las valientes que se animan a transitar un nuevo camino ¿Vos qué opinas?
