Las artistas combativas del pop: El Femininominon

Por Delfina Braverman

¿Quiénes son las abanderadas del POP que se animan a romper con todo? Corazones, límites, expectativas, reglas… Esas son las mujeres que queremos escuchar, basta de canciones pegadizas que no dicen nada, queremos la fiereza de Nathy, la provocación de Lali, el desparpajo de Charli, la sensualidad de Sabrina, y la irreverencia de Chapell. 

El POP siempre estuvo infravalorado, pero hoy es el género que elegimos ¿Por qué? No hay mucha vuelta que darle: el POP es el género de las mujeres que no le hace asco a nada. ¿Querés sentirte medio put*na? escuchá “Diva” de Lali. ¿Querés ser la #GOAT de la movida urbana? Ponele play a todo el álbum “Grasa” de Nathy. ¿Querés ser una conejita playboy empoderadísima? escuchate “Juno” de Sabrina Carpenter sin parar.  ¿Querés mandar todo a la mi*rda pero seguir siendo aesthetic? no digas nada, y poné “Apple” de Charli XCX a todo volúmen.

El género que vuelve a hackear las playlists más escuchadas de las mujeres en su prime, volvió con toda. Pero si antes éste género musical se trataba de letras pegadizas y “fáciles de aprender”, ¿por qué la generación Z –que siempre quiere algo nuevo– hoy, lo vuelve a elegir?  El POP cambió, y los oyentes vuelven a consumirlo porque esta vez, es diferente: está hecho por reinas, divas, mujeres en su prime. Ya no se trata de letras “fáciles de memorizar” sino, canciones que pasan a ser un estilo de vida. Se convirtieron en las embajadoras del #Femininominon

El #bratsummer que se desprende del tremendo lanzamiento del álbum “brat” de Charli XCX fue icónico. Movilizó a toda una generación, y no porque haya sido una moda, sino porque estableció una estética hedonista, de mujeres independientes, y seguras, que les importa todo, y al mismo tiempo, no les importa nada. De a poco, las modas que se desprenden de estas mujeres poderosas, dejan de ser pasajeras, para convertirse en movimientos que terminan liderando el lifestyle de muchas personas, dándoles motivos para involucrarse en el mundo de la música desde una perspectiva más segura y despreocupada. 

Sabrina Carpenter, aportó mucho a un cambio en la percepción de la sexualidad en el género, y por ende, en la sociedad. Haciendo alusión a un estilo retro con su caracterización y puesta en escena en honor a las Old Hollywood vixens de los 60’s, incorpora este estilo relajado y sensual en sus canciones, como “Espresso” o “Please, Please, Please”, éxitos en todos los charts, que la posicionaron como una de las artistas más escuchadas del año mientras exploraba junto a sus oyentes el deseo femenino y todo lo que viene con aquello. “Have you ever tried this one?” pregunta en vivo Sabrina mientras canta Juno y piensa si ponerse en 4, o agacharse hasta el piso mientras mira al público con una sonrisa que nos puede a todos. Provocadora, talentosa. Así es ella, y así son sus letras. En su arte, ser una mujer “fuerte” no significa poder con todo, sino simplemente entender nuestras vulnerabilidades mientras nos aceptamos como seres deseantes y sexuales. Una obra maestra, sex-positive y totalmente sensible. 

Nathy Peluso… ¡qué mujer! el concepto de “mothering” (alguien que influye, que marca la cultura) le queda chico, porque ella también se volvió un ícono para nuestra generación. Pisa fuerte en el mundo de la música pero también nos sacude con su sex-appeal y su capacidad de romperla en el escenario. Su voz mueve montañas; las montañas de sus raíces latinoamericanas, que le permiten llamarse a sí misma una Business Woman, o cantar en voz alta y segura, su último single “Corleone”, mostrándose a sí misma en el rol de jefe mafioso, desafiando todo tipo de masculinidades y ambiciones. Con Nathy, ser mujer es poder serlo todo al mismo tiempo —de la misma forma en que, en sus canciones, los géneros se fusionan entre sí, mezclando folklore con hardcore Hip Hop por ejemplo, Nathy propone serlo todo ella misma como artista. Pasa de presentarse a sí misma como una diva del POP a romper con esa idea hegemónica para agregarle un poco de “Grasa” a su imagen, a su música y a su forma de ser, que obvio, #amamos. 

Y ahora, sólo nos queda hablar de la reina del POP Argentino, porque, no podemos hablar de mujeres intensas, poderosas, sensuales, y dejar a LALI afuera. ¡Obvio que no! Porque ella, sobre todo con el último lanzamiento, dejó bien en claro que, nada le importa y ese, básicamente, es el lema del movimiento del que venimos hablando. Podríamos llamarla la reina del Femininominon, porque estoy segura de que si Chapell Ronan y Lali se conocieran, serían besties casi automáticamente. La dupla soñada, el feat perfecto. ¿Por qué? Porque su carácter le da su impronta. Durante el último tiempo, Lali se animó a desafiar a aquella artista que todos amamos desde chicos, y se mandó a crecer junto a nosotros. Y en este crecimiento, puso primera, y arrancó. “No voy a vivir con miedo a nacer // Si voy a morir, que sea más tarde”, canta a toda voz. Y yo, le creo. Le creo que no tiene miedo a nada, y si le tiene, nos invita a todas a desafiarlo con ella. 

Las artistas del POP de esta generación que da mil vueltas por segundo, vienen a despeinarnos, enseñarnos a sentirnos cómodos en la incomodidad, y a ayudarnos a entender que somos complicadas, sensuales, sexuales, románticas y disruptivas, rockeras, bluseras, frías, serias, únicas, fáciles, difíciles, put*s y locas, disruptivas, aburridas, indiscretas, profesionales, importantes.