Drag Queens, hackeando el género

Por Valentina Risetti

Hablamos de las performers que no solo desafían y desdibujan las líneas del género, sino que mandaron al tacho las normas establecidas y crearon su propia definición de belleza.

Representan la diversidad, el glamour, la libertad y la fantasía, todo a través de la moda. Las siluetas exageradas, los colores vibrantes y el maquillaje dramático enloqueció la moda mainstream, apostando por seguir eliminando imposiciones sociales y promover la diversidad.

Desde la década de los 70, cuando la comunidad LGBTQ+ era condenada a vivir al margen, nació la cultura Ballroom, un espacio nocturno en el que las drags queens desfilaban en sus propias pasarelas luciendo sus últimas colecciones.

Fue así como quienes no tenían posibilidad de expresarse libremente encontraron en el drag, y en la moda, una forma de proyectar su identidad y contar su propia historia. Para, porque si hablamos de drag, tenemos que hablar de la madre del drag actual, Ru Paul, quien allanó y construyó el camino para que la comunidad queer construya su sentido, libre de limitaciones sociales.
Gracias al reality RuPaul ́s Drag Race, hoy disfrutamos de ver a decenas de drag queens llenando escenarios, participando de desfiles de alta costura y hasta siendo cara de marcas de lujo.

De hecho, Nicola Formichetti, el diseñador detrás de los trajes más icónicos de Lady Gaga, continuamente usa como musa la estética drag para sus creaciones. Estamos en la época dorada del drag, donde reina la extravagancia y la creatividad, pero también donde la inclusión es el valor más importante.

Si seguimos por este camino, ¿estaremos próximos a que la mujeres cisgénero también se introduzcan en el drag?