¿De qué depende un “buen” podcast?
Por Delfina Braverman
El podcast es un formato muy libre que rompe con todas las expectativas, tanto de los oyentes como de los productores. La cantidad de temáticas, estilos y tonos a los cuales podemos acceder es absolutamente variada, y nos permite tener un menú del cual elegir nuestro plato favorito. Pero entonces, ¿qué hace que te fanatices y no pares de escuchar todos los episodios de un podcast?
El 2024 fue un año de una gran producción nacional, con productos de alta calidad narrativa y una gran recepción por parte del público expectante. Spotify nos ofrece un análisis claro y conciso: la gente quiere escuchar cosas con las que puedan relacionarse. El Top 10 hoy, está liderado por podcasts que presentan temáticas personales e íntimas (“La Cruda”, “Las Alucines”, “Mientras Respires, estás a tiempo”), o que tienen como objetivo principal informar acerca de cuestiones que nos ayudan a entender un poquito mejor lo que nos pasa. Entre ellos, encontramos: “Juntala”, con información sobre educación financiera –que claramente, nunca viene mal–, y “Psicología al Desnudo” en donde Marina Mammoliti habla sobre diferentes aspectos de la psicología para que podamos entender un poco más acerca de la gestión emocional. Claramente, el eje que atraviesa los números, las estadísticas, las métricas de los oyentes, tiene que ver con la necesidad de la gente de relacionarse con temas humanos, –nuestros.
Según la Encuesta sobre Consumo de Podcast en la Argentina 2023, los oyentes de podcasts rondaron entre los 18 y los 29 años. Edades en las que uno explora y se adentra en etapas de la vida que equivalen a cambios, se adquieren nuevas responsabilidades, pero al mismo tiempo, comienzan a aparecer más ganas de escuchar algo nuevo para relajarse, y no sentirse aún más agobiado, aunque nacen las ganas también de enfrentarse a nuevas temáticas, nuevos gustos, nuevas experiencias que se asemejen a las propias. Historia, economía y política, y noticias y actualidad son los tipos de programa que más se consumieron a lo largo de los últimos años. ¿Casualidad? No creo. ¿Ganas de relacionarnos y poder entender lo que escuchamos? 100%.
El podcast que reina, y moviliza la producción nacional se caracteriza por mantener su lugar en el Top 1 de Argentina –según Spotify Charts. Con su humor seco e intrínseco, con su absurda– y absolutamente interesante– forma de hablar de todo, Migue Granados seduce a cada uno de sus oyentes con “La Cruda”, en donde cada episodio presenta algo distinto, pero sobre todo, nos mueve. Nos moviliza desde afuera para dejarnos desquiciados por dentro: “Tengo un bomba en el cuerpo”, “estar preso me quebró por todos lados”, “ser conocida me sirvió para estar viva” son sólo algunas de las tantas frases que se escuchan entre pregunta y pregunta, logrando que “La Cruda” sea reconocido como el podcast que no le tiene miedo a nada. Desde capítulos emocionantes como el del relato de los sobrevivientes de Cromañón hasta capítulos en donde Migue aprovecha para darse unas vueltas por el “Tinder de millonarios” junto a una de sus invitadas. La variedad en temas, estructura e invitados hacen que este podcast nos vuelva locos.
Actualmente, me encuentro dirigiendo la segunda temporada del Podcast “A Donde Vamos Cuando Soñamos” en donde Ori Sabatini demostró en una primera temporada, su sensibilidad con orgullo, compartiendo su opinión con respecto a temáticas de interés general. Pero, en mi opinión, el Podcast se destaca no por sus temáticas sino por la honestidad a través de la cual Oriana las explora. El compartir experiencias desde lo personal, permite que la conexión con los oyentes, – con aquella persona que escucha atentamente detrás de los parlantes de un auto, o un celular, puedan conectar desde el ámbito emocional de lo que se está contando.
El poder establecer un hilo de conexión con un otro, es una de las intenciones más poderosas que tienen estos proyectos. Por ejemplo, hablar sobre trastornos alimenticios no es lo mismo que contar una experiencia propia e intentar visibilizar una problemática social contemporánea y auténtica. En su primera temporada, el podcast liderado por Oriana hace hincapié sobre este punto, demostrando que la sensibilidad es la llave que abre el corazón del público.
Santi Talledo también se volvió un gran conductor, que sorprendió con su sensibilidad al momento de acercarse a temáticas tan reverentes pero al mismo tiempo, tan ocultas y difíciles de acceder. En su podcast “Cero Miligramos”, Santi explora diferentes ramas de la salud mental con respeto y audacia, con invitados que abren su corazón a la espera de recibir por parte de sus oyentes, una de las frases más honestas e importantes cuando se habla sobre estos temas: “Gracias. Yo también pasé por esto, y lo necesitaba”.
Podcasts, hay muchos. Pero es importante reconocer en este nuevo formato, a aquellas figuras que verdaderamente se animaron a vulnerabilizar su imagen para abrir un espacio de conversación y despliegue.
Mostrar verdades siempre será disruptivo y revelador, en este formato no hay presiones de rating ni anunciantes ansiosos, sólo poner el corazón al servicio del otro, y ahí radica la clave del auge de los podcast, la verdades que nos son reveladas desde los propios protagonistas. Vos ¿qué podcasts no podés parar de escuchar?