Conejo malo

Por @misslulevy x @lacurvadelamoda

Escucharon el nuevo tema de Bad Bunny, Yo perreo sola? Pegadizo. Debo reconocer que al principio vi el video con ojos inocentes, pero había algo, mucho, que me hacía ruido sin saber explicarlo.

En el video el trapstar se la da de aliado mostrando neones de Ni Una Menos y Las Mujeres Mandan. También se viste de mujer, de UN tipo de mujer – porque mujeres hay miles -: del tipo mujer femme fatale que vende sexo. Supongo que la intención fue armar revuelo, ¡miren a Bad Bunny, qué revolucionario vistiéndose de mujer! Bowie y Freddie Mercury se ríen desde el más allá.

Si escarbamos en la superficie, el mensaje de Bad Bunny no tiene nada de revolucionario, es más, perpetúa estereotipos de género. Ayer leí una nota espectacular de @viceenespanol escrita por Andrea Ocampo Cea que lo explica clarito: “Aclaremos una cosa: no existe el “vestirse de mujer”. La ropa no tiene género. No hay ropa que te haga hombre o mujer. No hay colores de hombres o de mujeres. Tampoco hay “mujer”. Existen mujeres, muchas. ¿Cómo es vestirse de “mujer”? ¿Todas las mujeres nos vestimos iguales? ¿Todas las mujeres nos ponemos falda? ¿La falda hace a una mujer? ¿Una mujer de Ghana se viste similar a una mujer colombiana? ¿Las mujeres puertorriqueñas se visten iguales entre sí?”. Primer golpe.

“Lo que opera en el videoclip de Bad Bunny son estereotipos patriarcales de la mujer y sus preconceptos de lo femenino. El conejo se ha vestido de prototipos de mujeres, por tanto: ¿cómo va a romper o correr un cerco que él mismo está reforzando?”. Segundo golpe.

Y encima invisibiliza a la cantante que hace la intro, no sabemos su nombre, no aparece en los créditos, una canallada. Tercer golpe y knock out.

Les recomiendo que lean la nota Ahora yo picheo, es muy profunda y analiza una por una las reoresentaciones patriarcales de lo que es «ser mujer».