Avicii, el documental necesario

“La fama no sólo te eleva, también puede destruirte”. Pocas veces un film logra desnudar el alma de un artista como lo hace “I’m Tim”, el documental sobre el ascenso meteórico del popular DJ sueco Tim Bergling, más conocido como Avicii, que falleció a los 28 años, en 2018, víctima de la presión de una industria voraz.

¿Por qué tenes que verlo? Porque Tim es un claro ejemplo de que ser exitoso, alcanzar la fama, ser millonario no es lo que parece, puede llevarte a ser una persona muy infeliz. Detrás de una apariencia de tenerlo todo, se escondía una gran depresión, alcoholismo, adicción a los tranquilizantes, problemas de salud y un entorno que no siempre protegió su bienestar. 

Tim fue el DJ más joven en entrar en el top 10 de DJ MAG, en su corta carrera colaboró con Madonna y produjo éxitos que rompieron todos los récords como “Levels”, “Ey brothers” y “Sky full of stars” junto a Coldplay.

Dirigido por Henrik Burman, el documental es narrado a través de sus propias palabras y material de archivo personal. Tim era una persona extremadamente sensible y talentosa, víctima del negocio de la música electrónica, un negocio voraz, en el que no se puede parar. 

Su pseudónimo Avicii en el budismo representa el nivel más bajo del infierno, en donde las almas pueden renacer, purificarse.

Tim estaba deprimido hace años, viajó a Omán a meditar, quería dejar de sufrir, se la pasaba llorando, no hablaba, y el  20 de abril de 2018, el dia de su muerte escribió en su diario íntimo:  “El desprendimiento del alma es el último apego antes de que se reinicie”.

Frases como: “Cuando empecé a ganar dinero descubrí que no lo necesitaba” y “Una vez que has dado una vuelta, adivina que, empiezas todo de nuevo”, definieron el sufrimiento que estaba atravesando y que trataba de tapar con alcohol y  tranquilizantes.

Dejó una fortuna de más de 22 millones de euros, y sus padres crearon una fundacion para la prevención del suicidio y los problemas mentales.