Astroworld
7617
post-template-default,single,single-post,postid-7617,single-format-standard,qi-blocks-1.2,qodef-gutenberg--no-touch,stockholm-core-2.4,select-theme-ver-9.5,ajax_fade,page_not_loaded, vertical_menu_transparency vertical_menu_transparency_on,,qode_menu_,elementor-default,elementor-kit-11065

Astroworld

¿Puede la astrología explicarnos el porqué de la pandemia mundial?

Por @astrofeminista
 

La astrología mundana es una rama que se centra en el estudio de los procesos sociales. Cuando miramos una carta natal podemos conocer las características de una persona y del mismo modo cuando miramos en qué andan los planetas podemos comprender qué cambios atravesará la humanidad en un tiempo específico.

Hay tres grupos de planetas: el Sol, la Luna, Mercurio, Venus y Marte son los personales; Júpiter y Saturno son los sociales y Urano, Neptuno y Plutón los transpersonales, es decir, que su ciclo es tan largo que rige a generaciones enteras. Su clasificación está relacionada al tiempo que tardan en dar una vuelta completa al zodíaco, por eso cuando los sociales y los transpersonales dialogan entre sí, son momentos en que como comunidad nos enfrentamos a cambios de gran trascendencia. La mirada astrológica no plantea que los planetas sean los responsables de que las cosas sucedan, sino que entiende que hay una correspondencia energética entre el cielo y la tierra. Como es arriba es abajo.

 

El 12 de enero de 2020 se juntaron Saturno (estructura – límites – mundo profesional) y Plutón (purga – muerte y renacimiento como ciclo de transformación) en el signo de Capricornio que nos habla del trabajo, de las responsabilidades y de los gobiernos. Esta dupla no se encuentra muy seguido. Las últimas 4 veces que lo hicieron fue en 1914, 1947, 1982 y 2020. Si repasamos la historia, podemos observar hechos muy significativos en cada una de estas uniones. En Argentina, por citar sólo un ejemplo, en 1982 sucedió la Guerra de Malvinas y la posterior vuelta a la democracia de la mano de Raúl Alfonsín. En simultáneo a lo que sucede en la constelación de Capricornio, el planeta Urano (renovación, mirada futurista, libertad) se encuentra transitando el signo de Tauro (materia, dinero, disfrute, tierra, naturaleza).

 

Atando estos cabos y algunos otros, los astrólogos veníamos anticipando que en 2020 esperábamos una crisis muy profunda del sistema capitalista y un masivo replanteo del modelo de vida: trabajar para vivir o vivir para trabajar. Esa era la cuestión. Lo cierto es que entendiendo que los planetas nos marcan la hora cual relojes, sabíamos que era momento de profundos replanteos, pero la circunstancia que nos llevó a ello fue una sorpresa no muy grata: el coronavirus.

 

Durante el mes de marzo, a Saturno y Plutón en Capricornio se sumó Júpiter dando forma a una triple conjunción y proponiendo una mirada ampliada. Digamos que nos puso lupa para que no podamos evitar mirar todo aquello que que ya quedó viejo. En esos días se produjo un aceleramiento de la pandemia y empezamos a contar muertes de un modo escalofriante, fue el momento en que se decretaron las cuarentenas obligatorias y que nos mandó a todos a quedarnos en casa. Algunos tuvimos la oportunidad de seguir teletrabajando y otros ni siquiera eso. Pero todxs vimos afectado nuestro modo de producir. Y está claro que el mundo que conocíamos ya no será el mismo cuando podamos volver al afuera.

 

En principio, hoy está claro que sin salud no hay capitalismo que valga, pero a nivel personal, muchos comenzamos a darnos cuenta de cómo el sistema laboral se estaba llevando lo mejor de nuestra vida. También asistimos a una masiva resignificación de los vínculos porque la imposibilidad de encontrarnos o las convivencias sin respiro nos mostraron claramente a qué personas queremos tener cerca y cuáles no. En síntesis: sí, la astrología había anticipado que se venía una crisis profunda, pero también que nos iba a atravesar a cada uno de nosotrxs. Los ciclos Saturno Plutón no son cómodos ni son individuales, pero brindan la oportunidad de cuestionarnos muchas cosas de raíz.

 

“Crisis” deriva del verbo griego «krino», que significa “separar” y es una palabra que tuvo un origen agrario. Crisis para los griegos era el proceso de separar el grano de la paja. Aprovechemos entonces este momento para separar todo aquello que ya no queramos en nuestra vida y sembremos la semilla de todo lo que soñamos. El cambio es desde adentro hacia afuera y no al revés. Si todos elegimos cuidar el planeta, tener vínculos y trabajos de calidad, entonces todos estaremos contribuyendo cambio de paradigma. No somos espectadores, somos protagonistas.