Moda eterna: la metamorfosis de GUIDO
Hablemos de los mocasines, y si decimos mocasines, decimos Guido. ¿Sabías que la mismísima reina Isabel los elegía? Fangio también, eran los que llevaba Carlitos Paez y que sobrevivieron junto a él en los Andes. Casi todos los Presidentes y celebridades locales e internacionales de Hollywood. Clásicos, de cuero, atemporales, hechos a mano, y bien argentos.
Ahora un poco de historia…
GUIDO fue fundada en 1952 por Luciano Bagnasco que llegó al país escapando de la guerra, ¿Cómo?¿No se llamaba Guido? No, su nombre se debe a la calle de su primer local en Guido y Montevideo, en el distinguido barrio de Recoleta.
En ese momento los zapatos se fabricaban a medida del pie de cada cliente, la empresa tiene un libro con más de 600 hormas. Hoy en día sería imposible ya que tienen más de 3.000 modelos, 3 locales en BA, presencia en el interior y en países como Corea, España, Brasil, Japón, Suiza y Estados Unidos.
Pero la nueva era de GUIDO ya llegó de la mano de la tercera generación y con una meta muy clara: captar la atención de los más jóvenes. ¿Cómo? Cambiando las reglas del juego.
Por un lado, con un ecommerce internacional, una presencia muy activa, campañas de moda muy modernas, la diversificación: bolsos, pantalones sastreros, trench, camisas, y de ser una empresa netamente masculina, ahora la mitad de las compradoras son mujeres y ya lograron tener clientes de 25 años, muchos porque su papá y su abuelo elegían GUIDO, y las tradiciones no se pierden.
Otro dato interesante, el 95% de los ítems que exportan son mocasines y ¿cuál es el más vendido? El clásico marrón con antifaz.
Gabriela Hearst
¿Qué se viene? Presencia en las principales capitales del mundo, y diseñadoras internacionales como Gabriela Hearst están interesadas en hacer una colaboración .
GUIDO es uno de los pocos fabricantes de mocasines hechos a mano que quedan en el mundo, y el fanatismo es tal que una vez un brasilero se llevó 40 pares del mismo talle, color y modelo, todos para uso personal, suponemos que en varias vidas claro.