¿Por qué todavía usamos tacos?
Por María Molina.
Los spike heels causan dolor en los pies desde que se inventaron. Ni los persas del sigo X se los bancaron. “Porque no estaban hechos para caminar o cabalgar, sino para que los hombres ricos parecieran más altos y sus tacones hicieran clic en los estribos”, cuenta la historiadora Valerie Steele. Son el Photoshop de las piernas esbeltas y para los ingleses del siglo XXVII, inmorales. Nada más tentador y fetiche. Pero también son incómodos, malos para el cuerpo y poco prácticos.
Tacones usados por los hombres como parte de su vestimenta de guerra en Persia.
“Ese objeto que se balancea sobre la punta de un cuchillo y eleva la parte posterior del pie, se popularizó en los ´50 para transformar la silueta femenina a los placeres de la mirada masculina. ¿Entonces, si los hombres usan traje y zapatillas, por qué insistimos?”, se pregunta el NY Times. A pesar de su mala fama, tienen coartada. “Nuestra afinidad por el taco aguja puede estar enterrada en el subconsciente. En la época de las cavernas, la altura era una ventaja evolutiva que permitía a las cazadoras-recolectoras alcanzar alimentos que de otro modo habrían sido inaccesibles. Además, esa postura de pechos y cola ofrecía una ventaja en el juego reproductivo. Por eso está codificado en nuestras neuronas y prejuicios», dice la neurocientífica Tara Swart.
Marilyn Monroe.
Es como hacer la postura de Wonder Woman. El lenguaje corporal se modifica, los músculos se tensan y no hay nada más pujante que esa posición. “La mayoría de mis clientas son mujeres en puestos directivos y los utilizan como un símbolo de poder”, cuenta Tamara Mellon, ex Jimmy Choo.
Película «El Diablo Viste a la Moda»
Hasta el BMC Public Health hizo un estudio. Y la cuestión es que los tacos fuerzan los músculos de la pantorrilla a un alto relieve e inclinan la pelvis hacia atrás, desplazando el centro de gravedad hacia adelante y ejerciendo una tensión sobre la parte anterior del pie y la espalda, otorgando una sensación de empuje.
De los 10 estilos más vendidos en New York, cuatro son spike heles y el resto bajos o planos. Estos zapatos se pueden ver como un armamento en el que muchxs se vuelven cómplices de su propia incomodidad. O como una parte de cientos de opciones. ¿Los usás y lo llevás como si nada o los revoleaste hace rato?, ¿a vos te dan esa sensación de poder?