¿La tradición es el futuro?
Por María Molina
La teoría del Quinto Elemento dice que miles de años se abre una puerta entre dos mundos. La empresaria e influencer Florencia Sosa Díaz logró unir el plano físico y el digital en menos tiempo y con un plan maestro: la creación de una comunidad de tejedoras catamarqueñas con las que vincula lo autóctono con la tecnología. ¿De qué se trata este proyecto? Ponchos de vicuña que se transforman en NFT.
A los 25 empezó a trabajar con comunidades de hilanderas del norte catamarqueño, que ejercen un oficio que se transmite de generación en generación. Sus ponchos son lo de más alto valor, los de vicuña, y se elaboran con técnicas ancestrales que requieren hasta un año de confección.
Andina es una colección que conecta la tecnología blockchain y NFT con esta labor centrada en una trama de lujo, en la que grandes marcas están interesadas. ¨Las prendas físicas también se convertirán en token digitales que pasarán a representar un elemento único e irrepetible¨.
¿Cómo les explicó a las artesanas este proyecto? Porque hay que tener en cuenta que Laguna Blanca es una localidad sin conexión a internet y las piezas suelen venderse a los que se acercan durante la Feria del Poncho. Lo hizo tan simple como amorosamente.
Florencia cuenta que ellas tejen historias de amor y desamor en cada prenda. ¨Este proyecto es una nueva forma de que su trabajo sea valorado. Sus creaciones se van a conocer en el mundo con NOMBRE Y APELLIDO y gracias a la tecnología, nada quedará en el olvido¨.
Basta con seguirla en sus redes para entender que esta mezcla que tiene de insider y antropóloga de la moda están siempre latentes. Ajena a la figura de la empresaria tradicional, con cada outfit agita la pasión por el diseño. Demoledora serial de estereotipos, resulta tan natural verla recorrer Milán vestida de Moncler o Valentino como trabajando en la Puna con las hilanderas. Y así recuperó lo que reza una leyenda indo hispana: los hijos de dos mundos son nativos de un mundo nuevo.