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Work in progress

El boom del home office, la presión por ser productivxs y lxs que queden en el camino. Mariel Graupen, Directora de Powerbox HR y Coach Ejecutiva, opina sobre los cambios que se vienen en el ámbito laboral post Covid-19.

 

Por Lucía Levy

 

¿Qué crees que va a pasar con el trabajo después de la pandemia?

Si para todos siempre el futuro es incierto, en esta situación esa sensación se agrava, no solamente porque no sabemos si nos vamos a enfermar o no, sino específicamente en relación al trabajo. Hay gente que hoy está trabajando y no sabe si va a poder seguir y hay otra gente que directamente no está pudiendo trabajar y no sabe qué va a pasar con su fuente de ingreso. Habrá suspensiones, bajas en el salario: éstas son las preocupaciones del ahora. Hay una expectativa de que todo va a volver a la normalidad, sin embargo, esa normalidad va a demorar más de lo que creemos.

 

¿Podremos volver a la vieja normalidad?

Yo creo que va a haber una nueva normalidad en los hábitos, en cómo nos protegemos, en cómo abordamos el transporte público. Pero una vez que el aparato productivo empiece a funcionar, vamos a volver al mismo estrés generado por el trabajo.  Desde mi punto de vista, la cuarentena tuvo tres efectos. Para muchas personas fue un parar y eso dio lugar a cosas interesantes como repensarse, reencontrarse con los vínculos, encontrar tiempo recreativo que antes no tenían. Cuando la cuarentena se empezó a extender, aparece la ansiedad, la preocupación, qué más hago, quiero revolear a los chicos por el aire. Y para otras personas surge la necesidad de cómo me reinvento porque nuestra realidad cambió, y para muchos el reinventarse es seguir con eso en el futuro.

 

Antes del confinamiento ya existía una presión de ser productivxs todo el tiempo. ¿Creés que una vez que salgamos de este encierro esto se va a agravar o vamos a estar más sueltxs?

Va a ser paulatino, no va a ser inmediato. Cuando las empresas grandes y PyMEs vuelvan a funcionar de la manera más “normal” posible, creo que se va a profundizar esta necesidad de ser productivos. Muy probablemente perdamos gente en el camino por enfermedad o porque no los podemos sostener económicamente. Vamos a retomar con menos gente para generar lo máximo que podamos. Hoy estamos muy preocupados por la pandemia y está bien que así suceda, pero una vez que pase el pico, nos tenemos que ocupar de producir porque económicamente esta cuarentena tiene un impacto altísimo que va a pegar fuerte. Para los que queden va a haber una exigencia mayor porque la mayoría va a tener deudas, tanto los empresarios como los empleados.

 

Nunca antes había hecho tanto home office y siento que trabajo mucho más cuando estoy en casa que cuando estoy en la oficina, lo hago más rápido y estoy más concentrada. ¿Es usual que pase esto?

Tiene que ver con que cuando una está en un espacio físico, hay otros factores como el tiempo de viaje, las interrupciones, las pausas para conversar con colegas, el horario de almuerzo, ir a la oficina de un cliente, etcétera. Todo eso hace que el rendimiento de las horas del día sea muy diferente. Cuando yo estoy en casa, es un aprendizaje el que tengo que hacer de cómo establecer mis propias pautas. Una de las cosas que nos pasa es que no cortamos, y debemos poder establecer un horario de corte de trabajo o ponernos pausas para estirarnos, prepararnos un mate, lo que sea.

 

¿Crees que de una vez por todas las empresas van a incluir el home office como una práctica usual o sólo lo están utilizando ahora como una manera de acortar distancias?

En algunos rubros es posible que se quede. Si en esta época demostramos que pudimos seguir trabajando, es posible que para una parte de los trabajadores – especialmente para los que trabajan con servicios – se quede. Definitivamente cambia el paradigma del teletrabajo.