Diseño argentino – reloaded
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Diseño argentino – reloaded

Por Santiago García Trías

Cristián Mohaded es un diseñador industrial y artista que nació en Catamarca en 1980, estudió en Córdoba, vive entre Milán y Buenos Aires y triunfa en el mundo con una fuerte impronta local y reinterpretación de los materiales. Trabajó para Roche Bobois, y sus piezas es parte del acervo patrimonial de la Fundación I.D.A (Investigación en Diseño Argentino), del Museo de Les Arts Décoratifs de París y del Philadelphia Museum.

 

 “…La creación de algo nuevo no es un logro del intelecto sino el instinto de juego que actúa a partir de una necesidad interior. La mente creativa juega con los objetos que ama…” Carl Gustav Jung

 

Esa solemne fuerza creativa que nos empuja a lo desconocido. Ese miedo feroz que desaparece frente al desasosiego de concederse a uno mismo la capacidad de vencer las resistencias para descubrir el propio potencial. ¿No es acaso lo que todos buscamos en algún punto? Para ser libres de nuestras propias limitaciones y poder expresar quién verdaderamente somos, se necesita coraje, y sobre todo convicción sobre las bases del fundamento personal. Una construcción desde el conocimiento interno que luego se tornará en el abordaje de un posible camino, aunque éste vire de manera sustancial en el proceso. Será necesario embarcarse y dejar fluir esas “postas” que irán forjando la ruta del artista, en donde es tan importante el final como el camino en sí mismo.  En varias ocasiones, es posible que tomemos nuestras frustraciones como limitación para seguir marchando, pero es justamente de esa necedad obstinada donde debemos sacar fuerzas y encontrar la manera de enfrentar dichas pruebas, tomándolas justamente como el camino marcado, para un destino desconocido. El artista que forjamos dentro se basa en todas esas experiencias que tocaron nuestra puerta, incluso las menos agradables.

 

La eclosión liberal de nuestro arte, sea cual fuere la rama del mismo, será siempre una herramienta de expresión interna de esa idea o pensamiento que sucumbe nuestro ser. ¡Quién pudiera sumergirse en los destellos de ese “mar” personal de cada uno, para poder lograr ver la esencia de las personas y no sólo quedar en el manifiesto superficial! Aunque pensándolo bien, también hay algo mágico en el juego de la privacidad creativa y lo que resulta visible finalmente. Cada uno necesita ese momento de reflexión dentro de su propio “mar”.

 

Para sumergirnos en un gran ejemplo de “mar” creativo en donde el trabajo, coraje y la espontaneidad son protagonistas, entrevistamos a Cristian Mohaded. Su carrera se basa en el desarrollo y diseño de productos (iluminación, mobiliario y objetos), posicionándolo hoy como uno de los referentes del diseño argentino en el mundo. Su trabajo como diseñador es parte del acervo patrimonial de diseño de la Fundación I.D.A (Investigación en Diseño Argentino). Además, algunas de sus piezas fueron adquiridas para ser parte de la colección permanente en el Philadelphia Museum of Art (USA) y el Museo de Les Arts Décoratifs de París.

 

 

 

¿Quién es Cristian?

Una persona inquieta, enérgica, siempre con ganas de hacer cosas. Soy una persona intuitiva, perseverante, arriesgada, sin miedos. En el aspecto profesional soy un soñador, tengo una mirada del diseño diferente de la que me formé. Estudié diseño industrial, pero al mismo tiempo tengo una concepción del diseño un poco opuesta a la parte Industrial en sí misma, siento que eso me caracteriza bastante.

 

¿Qué significa para vos el lenguaje de los materiales? ¿Cuál es tu relación con ellos?

Mi trabajo se trata mucho del contacto con los materiales, la forma en que uno se relaciona con ellos, creo que tiene que ver con la percepción del material, y para qué se lo está indagando. Hay muchos diseñadores a nivel mundial que trabajan con el material como un medio para llegar a un resultado en particular. Hay un estrecho vínculo con la investigación para arribar a un resultado distinto al de otros diseñadores, y siento que está justamente en esa reinterpretación en donde puedo explorar ciertas aristas que no me esperaba en un comienzo. Eso permite que mi mirada sea más amplia, es un diálogo permanente que me convoca a explorar nuevas partes de mí.  El material es una excusa, es la plataforma para un objetivo, no lo uso como necesidad.

 

 Mesa Ninho

 

¿Cuál sentís que fue el punto de quiebre en tu carrera?

Yo no creo que haya un punto de quiebre, hay una consecuencia de “postas”. No son puntos de inflexión, sino que en estas paradas vas entendiendo que querés o hacia dónde vas. Como por ejemplo, en primera instancia mientras estudiaba en la Universidad Nacional de Córdoba participé en varios concursos de diseño, gané muchos y perdí otros, pero cada camino recorrido suma experiencias que hacen a la persona que soy en la actualidad, y de todo se aprende. Para mí fue un desafío enorme esa primera parada, que luego me condujo a la siguiente. Entendí, que hacer mis propios productos no era lo mío, pude comprender que prefería trabajar para distintas empresas con desafíos distintos y una visión de cliente más amplia. Mis metas, justamente están en la diversidad y no en el anclaje de tener un negocio en donde tenga que abrir en un horario y cerrar en otro, o el verme obligado a generar colecciones todas las temporadas.

Creo que soy uno de los pocos diseñadores en Argentina que ofrece este tipo de servicio, no es que tenga un mérito fuera de lo común, pero sí siento que es importante recalcarlo en este contexto que nos toca vivir donde el país tiene muy poca relación con el diseño en sí mismo. En Argentina no hay un diálogo entre industria y creador como sucede en Europa, el sistema no lo permite, siento que al diseño se lo pone en un lugar de elitista, que sólo es para algunos y no es así.

 

¿Por qué elegiste Milán como residencia?

Es la capital del diseño. No hay feria en el mundo que se compare con la de Milán. No hay nada en el mundo en mi opinión, que se le compare al diseño italiano. Es donde se nutre todo lo que luego vemos a nivel mundial. Es una ciudad con mucha actitud y mucha impronta.

 

¿Cómo definirías la simpleza?

Simplicidad es una forma de vivir las cosas, tiene que ver con un modo de ver la vida. Uno trata de sacar muchas cosas del cuerpo y de la cabeza de las cuáles no prescindís. Creo que en ese despojo de lo que no necesitás hay un diálogo de simpleza. Hay que tener la astucia en entender que la cantidad no hace a la belleza, y que la pureza radica en esa simplicidad imperfecta. Al menos yo lo veo así.

 

Lámpara Parabola para ROCHE BOBOIS

 

¿Por dónde pasa la originalidad para vos?

¡No me gusta esa palabra! No sé ni que significa ser “original” para serte honesto. ¿Tiene que ver con el origen? o ¿Con qué realmente tiene que ver? Siento que le cargás una mochila muy grande a lo que estás haciendo, honestamente no sé si es “original” lo que yo hago, a lo mejor es algo nuevo, diferente, inteligente o algo que está pensado. Pero, ¡original no!  Si alguien me dice que una de mis sillas es “original”, respondería francamente que tiene solo otro punto de vista. Es la consecuencia del proceso de información e investigación que llevan al resultado en sí mismo.

 

¿Por qué decidiste tomar la herencia argentina como parte de tu eje central a la hora del diseño?

Porque soy argentino, de Catamarca, está en mi sangre. Entendí, que jamás iba a tener la mirada de un artista o diseñador europeo, porque no tuve la escuela que ellos si tuvieron. Siempre comprendí de dónde vengo y creo absolutamente en lo que soy y tengo para ofrecer, esa es mi mayor fortaleza. Si hubiera nacido en Argentina y luego estudiado en Italia, a lo mejor tendría otra mirada. Pero no fue así como sucedieron las cosas.

 

Ilustración Foglia Verde

 

¿Cómo fue colaborar con ROCHE Bobois? ¿Cómo llegaste a estar en contacto con la empresa?

Todo comenzó en una galería en París, donde el director creativo de la marca vino a ver la muestra donde yo estaba participando. Me preguntó si tenía algo para mostrarle, y yo por suerte siempre ando bien preparado para estar atento a cualquier oportunidad y poder aprovechar el viaje. Le mostré entonces mi trabajo y luego de un par de críticas constructivas de su parte, me puse a trabajar en presentarle lo que me había pedido.

A partir del 2013 comenzó nuestra relación laboral. Para mi era la primera oportunidad de trabajar con una empresa internacional, es un proyecto que tiene mucha historia y reconocimiento mundial dentro del diseño industrial. En su momento debo confesar que me dió miedo, pero fue como el sueño del pibe, jugar en “primera”, desde abajo. Comencé diseñando una lámpara, la cual se vendió muy bien. A partir de eso, comenzó a crecer mi relación con la marca y continué trabajando en distintos proyectos junto a Roche Bobois.

Que ellos hayan entendido mi mirada sobre su compañía, me pareció algo muy importante. Es un crecimiento fantástico, que me permitió hoy pararme desde otro lugar, siempre respetando obviamente cada trabajo que gestiono para ellos y no perdiendo el foco.

 

¿Cuál es la sensación que te produce tener una de tus piezas en el Museo de Les Arts Décoratifs de París?

Es una pieza que hice con Ricardo Blanco. Es algo muy especial para mí, es una colaboración con un arquitecto argentino. No tuvo que ver con el diseño de la silla en sí mismo. Cuando me llega la carta del Museo de Les Arts Décoratifs de París, manifestaban de que la elección de nuestra obra, fue por el diálogo de dos generaciones puestas en el diseño. Tiene que ver con el punto de partida de la obra.  Me sucedió lo mismo cuando hice piezas en el proyecto de ENTREVERO sobre la tradición y técnica de Argentina, al poco tiempo me llegó una carta del Philadelphia Museum para obtener mis piezas y presentarlas en su colección permanente. Yo creo honestamente, que la elección de mi trabajo, fue porque entendieron el concepto y no porque le parecían lindas las obras únicamente. Por eso para mí es tan importante que el proyecto de diseño tenga algo para contar, porque de lo contrario no tiene mucha validez en mi opinión.

 

¿Qué es el éxito para vos?

El éxito es un lugar al que espero nunca llegar. Siento que es un lugar de relax que te limita, si vos llegas a ese “éxito” o “meta” y te sentís cómodo es un grave error. En lo personal, no es algo que busque en lo absoluto.

 

Mesas Duet para Gebrüder Thonet

 

¿Cómo definirías los “límites” dentro del proceso creativo?

¡No hay límites! Entiendo que la creatividad o proceso creativo no tiene justamente límites. Cuando comienzo una “obra” trato de no pensar en condicionamientos. Cuando estoy en un proyecto de materialidad, por ejemplo, trato de correrme del eje de objetivo de uso, involucrándome de lleno sin pensar en eso. De este modo, me permito estar lejos del para qué y concentrarme en la apertura mental y la versatilidad. El ímpetu de la creatividad lo puedo encontrar en un tacho de basura o en los clips que agarran las hojas de mi escritorio que luego se convirtieron en ideas para una mesa.

 

¿Qué sentís que transmiten tus obras?

Siento que es algo que le tendrías que preguntar al espectador. Quisiera que las personas entiendan al proyecto desde el análisis de la tradición de ciertos materiales y no desde un punto de vista formal. Pero muchas veces, por ejemplo, tengo piezas como una silla en particular que genera mensajes del espectador cuestionándome el porqué hice cierto producto con esas dimensiones. La crítica en este caso, termina siendo desde un ángulo que no es particularmente desde donde quiero hablar con mis obras. Trato de ser muy honesto de como interpreto el diseño.

 

Silla Twist

 

Lámpara Valle para Minimo

 

¿Qué mensaje le transmitirás a nuevos jóvenes del diseño que están por comenzar en esta carrera tan increíble?

Ser honesto con uno mismo. No tener miedo e intentar hacer lo que verdaderamente sentís. Intentarlo mil veces, sin importar los fracasos. Muchas veces, la gente cuenta de sus éxitos, pero no de las cosas que quedan en el camino. Por ejemplo, yo debo tener ochenta productos que no salieron bien y solo veinte que me dijeron que sí. Es un porcentaje que, si no estás bien parado en tus convicciones, te hace sentir que le estás errando en la manera de encarar tus cosas. Pero el centro lo encontrás cuando sos fiel a vos mismo.

Hay que estar abierto a la crítica también, al trabajo en relación con otro. Yo creo que es muy importante trabajar con otros, a mí en lo personal me enriquecen las colaboraciones, con ceramistas, artesanos, artistas, fotógrafos o con empresas.

El mundo del diseño a veces puede ser muy solitario, aferrándose a la concepción de que es tu “idea”; y sinceramente no siento que pase por ahí. ¡Tenés que ser como una esponja! Por eso vuelvo a esa pregunta sobre la “originalidad”, es una palabra muy pesada, siento que tiene que ver con la capacidad que tiene uno de usar los recursos que absorbiste y que tenés, para trasladarlo luego en tu proyecto; cualquiera fuera su rama creativa.

 

 

 

RECONOCIMIENTOS:

2020, Finalista Creatures Design Awards Como “Best Collection” por ENTREVERO.

2019, Seleccionado por Dezeen Award (UK) entre los 25 diseñadores emergentes del mundo del diseño.

2018, «Rising Design de América Latina» según Salone del Mobile de Milan (Italia)

2015, «Rising Talent Americano» según Maison & Objet (Francia)

 

cristianmohaded.com