Diseño colaborativo
Tres amigas, tres diseñadoras cordobesas con la misma pasión: las joyas de autor, se unen en pandemia para dar vida a @amhejoyería. El todo es más que la suma de las partes: Laura Egea, arquitecta, Carolina Moya, comunicadora, y Marisa Kesman, escultora, se unen desde la diversidad con la experiencia que cada una trae en técnicas, modos de hacer y de pensar para hacer algo mucho más grande. “Nosotros entendemos que el modo de hacer viene de lo colectivo. No somos una marca que esté en relación a la moda, sino a un estilo personal, y lo que buscamos es resignificar el lujo en esta era post pandemia”, sintetiza Laura.
Todas las piezas son de bronce con baño de oro 24 kilates o de plata 1000. El collar “Regia” es una de la piezas más vendidas, es una cadena que consiguieron en una ferretería que se usa para los baños, y que ya no se fabrica más. Lo resignificaron en un lugar de lujo bañándolo en oro y colocándole piedras. “Trabajamos con la idea del brutalismo y lo disruptivo, chapas de 2 milímetros, piedras en su estado natural. También trabajamos con el concepto de lo lúdico, nuestras piezas tienen muchos usos, por ejemplo el chocker rígido que es de la línea “Atrevida” que es la estructura para la portabilidad de otras cosas, viene con un collar que se transforma en un corbatín, o en una columna vertebral, tres posibilidades de uso. También hay mucho cuidado en los detalles, las terminaciones y en la experiencia de compra, queremos que sea un mimo: las joyas vienen en una caja de madera con un pañuelo de seda de la marca y un perfume que desarrollamos con una perfumista (tenemos 4 fargancias).”, concluyen.
A.M.H.E. salió al mercado en noviembre de 2021, quebraron stock enseguida, y en enero de 2022 las vinieron a buscar desde un showroom de NY. Las joyas se pueden comprar en su showroom de zona norte de Córdoba, a través del ecommerce y del IG. En julio estarán en Punta del Este, y próximamente en una tienda de Miami Design District.
A.M.H.E. refiere a lo que uno ama, lo que es preciado, un objeto de deseo. Una de sus premisas desde el primer momento fue que sea una marca sin edad, sin género, lúdica y que resignifique el lujo, combinando oficio y amor, y vaya si lo lograron.
