Adicción al trabajo
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Adicción al trabajo

“Yo soy re workaholic, siempre me fue muy bien en mi trabajo y acaban de darme una Gerencia Global ¿Si estoy en pareja?, No, no tengo tiempo para tener una pareja, creo que en algún momento va a llegar, lo vengo pensando hace 8 años, pero ¿sabes qué? me doy cuenta de que sola no va a llegar. Así como hago para crecer en mi trabajo, tal vez debería empezar a poner un poco de foco en mi vida personal.” Esta es una reflexión de una paciente que nos comparte la Licenciada Daniela De Lucía, Coach Estratégica Certificada en Robbins-Madanes Training, y autora del libro Estás Para Más.

 

“Ninguna adicción está bien, ni la adicción al trabajo, porque pone en riesgo otras áreas de nuestra vida. Se trata de soltar el automático, soltar el mandato que traemos que viene por contexto. Antes el mandato decía que la mujer se tenía que quedar en su casa cuidando a sus hijos, luego en los 80s y 90s la mujer independiente al estilo Carrie Bradshaw o Ally McBeal, y ahora sigue la mujer Jefa, que quiere escalar posiciones jerárquicas, puestos que en su mayoría todavía siguen reservados para los hombres. Claro que esto está cambiando, pero mientras tanto y en pos de conseguirlo no podemos desligar las otras áreas de bienestar de nuestra vida. Las mujeres además de trabajar, se ocupan de la casa, de los hijos, aunque deleguen tareas, las tienen que liderar, y esto quita tiempo y energía para el trabajo”, sintetiza Daniela.

 

Crecimos entendiendo que la identidad de una mujer se construye en torno al rol que desempeña en su trabajo. De hecho, el perfil de nuestro IG describe nuestra profesión. La idea de quedarnos sin trabajo y tener que depender de la pareja nos da miedo, y los fantasmas de un posible abuso de esa “vulnerabilidad” nos aterran, porque venimos de una larga lista de abusos.

 

El primer paso es entender ¿qué quiero? ¿estoy siendo feliz con estas horas que le dedico al trabajo? ¿qué me está dando este comportamiento? ¿cuál es el equilibrio que me hace bien a mi?  ¿quiero ser una jefa?, ¿quiero hacer todo? ¿cómo estoy viviendo mi vida? ¿estoy construyendo algo? “A veces hacemos y hacemos, y siempre estamos en el mismo lugar, como el hámster en la rueda. Entonces ahí hay que parar la pelota y pensar a consciencia. No se trata de trabajar más horas, sino de hacer mejor y saber decir que no. ¿Cómo puedo hacer para valorar mi tiempo y valorarme a mi misma? Estar ocupado no es lo mismo que ser productivo, ¿No te estarás ocupando el tiempo para sentirte importante?”, finaliza Daniela.

 

En Argentina, las estadísticas confirman que duplicamos a los hombres en el consumo de psicofármacos según un informe del Sedronar. Y esto es una consecuencia directa de la adicción al trabajo y demás presiones. Según los expertos como estamos sometidas a una mayor carga somos más proclives a la ansiedad o la depresión.

 

Quizás todo pase por comprender que la cura no está en las farmacias, necesitamos entender que nuestra identidad no esté vinculada con nuestra profesión, y que somos válidas más allá del ámbito profesional.