This is Kobra Kei
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This is Kobra Kei

 

Encendidas como la luz de tu disfraz. Blanca Nieves y su hermana Dulcinea Damevin agitan voces y sintetizadores por un electropop sacado. Su segundo disco, The King Woman, ya está disponible en toda plataforma.

 

Text  Matías Tortello  /  Photography  Florencia Macri

 

En una época de tanta inmediatez, censura e incertidumbre, ¿qué elegís comunicar a través de tu arte?

Día a día trabajo de la manera más profunda, libre, creativa, divertida y profesional posible. No busco lo inmediato. Me interesa que lo que haya sea bueno más que mucho. Me pregunto cómo voy, no hacia dónde voy. Kobra Kei es lo que más me gusta hacer entonces, por amor a mí misma, intento no caer en tentaciones inmediatas y estar lo menos sumergida posible en las redes; aunque admito que muchas veces pesco en la red.

¿Cómo es Blanca Nieves Damevin?

Silenciosa y rebelde. Voy en contra de la corriente y me gusta trabajar en silencio. El concepto de mi obra parte de mi vida misma. Si bien uso todos los nuevos medios de comunicación porque son los únicos que tengo a mi alcance para mostar lo que hago, soy independiente; no tengo editorial ni sello discográfico. Sólo trabajo con un agente que me ayuda con la distribución digital. La incertidumbre está siempre presente en la vida del artista. “Es incertidumbre recorriéndome las venas”; lo digo en Gravity, una canción de Inspired by The Producer, disco que lancé en 2016.

 

 

¿Cuál es el rol de la sexualidad en tu música?

La música es sexualidad. Cuando la escucho, cuando la toco, cuando la escribo o cuando la bailo, automáticamente me siento estimulada. Tocar un instrumento musical es un acto sexual.

Tocás con tu hermana Dulcinea, aka Baby Dark. ¿Cómo es crear en familia?

Es lo mejor que le pudo pasar a Kobra Kei y a nosotras en lo personal. Somos amigas, nos llevamos bárbaro. Ella es muy talentosa, la admiro y quiero que tenga libertad de hacer lo que tenga ganas; tanto en Kobra Kei como en sus futuros proyectos.

Después de viajar y presentarte en Europa, ¿qué creés que diferencia a nuestra movida cultural? 

Estuve varios meses de viaje, pero lo que menos hice fue tocar mi música. Fui a escucharlos a ellos. Berlín es la capital del techno, así que viajé a conocer clubes de techno y de house; bailé Dj sets enteros por horas. También aprendí a tocar con discos y filmé el videoclip de Game Over, un single que lancé el año pasado. Me compré cables, un sinte y volví. Quizá lo que más nos diferencie sea el clima; ese mismo ecosistema es el que te lleva a escuchar o hacer música un poco más dura que la de Latinoamérica.

Si sólo pudieras escuchar un álbum por el resto de tu vida, ¿cuál sería?

The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, o simplemente Ziggy Stardust de David Bowie.